En la crianza la perfección no existe, se va aprendiendo en la práctica, con aciertos y errores y cada situación constituye un nuevo desafío.
En un contexto en que los cambios se aceleran en el tiempo y se hacen visibles nuevas formas de familias, de relacionarse entre generaciones, de comportarse y divertirse, de afrontar el trabajo o el estudio, las transformaciones que nos interpelan y muchas veces no podemos asimilarlas.
Es importante transmitir informaciones que nos puedan resultar útiles y compartir experiencias que nos ilustren para fortalecernos en nuestra vida cotidiana, desde los lugares de cuidados que en nuestros hogares nos toca desempeñar.